Sunday, January 5, 2014


Y nos dicen: "ámate".
Y nos dicen: "acéptate".
Y nos dicen: "libérate".

Ahora la pregunta es: ¿CÓMO?

¿CÓMO, cuando tengo tantas cosas dentro de mí, que no quiero ni ver?
¿CÓMO voy a aceptarme, amarme, liberarme, si no me gusta nada cómo soy?

En realidad, no podemos "forzarnos a amar".
Ni a nosotros ni a nadie.
Lo que sí podemos es ser valientes y mirar de verdad,
ser sinceros y aceptar "lo que hay".

Así, iniciamos el camino.
No podemos cambiar algo que nos negamos a ver.

LA DUCHA DEL CORAZÓN.-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Estamos muy acostumbrados a "ducharnos por fuera",
pero no tanto a "ducharnos por dentro".
Y no hablo de meditaciones ni cosas trascendentales.
Ni "ámate", ni "libérate" ni nada.

Hablo de ser honestos con nosotros mismos,
en cualquier circunstancia, en cualquier momento y lugar.

Ducharse por dentro puede hacerse en cualquier momento.
Es más fácil de lo que parece.

Para empezar, hay que estar atento cuando aparece un sentimiento.
Luego, hay que ser honesto con él.

Si es cólera, es cólera.
Si son celos, son celos.
"Es lo que hay", por lo menos de momento.

Escúchalo, hasta la "última gota".
Escucha lo que dice. ¡Que  grite hasta no poder más!
"Malditooooo!!!! grrrrrrrrrraaaaaaaahhhhhh"
No lo limites y observa.
Observa, observa y observa hasta dónde te lleva.

Ahora toca otra dosis de sinceridad:
cuando hayas dejado "gritar el sentimiento" hasta no poder más,
observa qué hay detrás de él:

¿Qué hay detrás de la cólera? ¿y detrás de los celos?
¡Ese es el sentimiento que hay que rescatar!
¡Ese es el verdadero!

¿Qué es?
:( tristeza...
¡BINGO!
:( miedo...
¡AHÍ ESTAMOS!

¡Era tan sólo triteza!
¡era tan sólo miedo!
Eh, no fastidiemos, ¡tenemos derecho a sentirnos tristes!
Nos hemos sentido heridos, ninguneados... ¡pues oye, nos  hemos sentido tristes!
¡y tenemos miedo! claro que sí, si es que ¡NO PASA NADA!

Lo que pasa es que aceptamos la cólera y los celos,
pero no aceptamos la tristeza y el miedo.
No queremos sentirnos tristes ni miedosos... ¡no nos lo permitimos!

Todo sentimiento hay que sentirlo, ¡y con ganas!
Que no pasa nada. Luego, no hay que intentar cambiar el sentimiento.
Ésa es la clave.

Sólo observa. Y reconoce.
Reconoce que estás triste, y que la mejor forma que
tenías para expresarlo, la única, era la cólera.
Reconoce que tienes miedo, y que la única forma de expresarlo
era en forma de celos.

Luego, al reconocer sinceramente el sentimiento que se esconde detrás,
será más fácil reconocerlo la próxima vez.

Pero no intentemos nada con el sentimiento.
Al observar nuestros verdaderos sentimientos y cómo actuamos (o reaccionamos)
en base a ellos, el cambio se está ya produciendo.
Ah, y el truco está en "tomarlo a la ligera".
Sí.
Decir "Ahá! ya está la tristeza otra vez, disfrazada de cólera! :)"
"te vi! vaaya, ya estamos otra vez! ;D"

Así, tomándolo a la ligera, se puede escoger de forma diferente,
puede uno ser consciente de sus verdaderos sentimientos y actuar,
esta vez. acorde a la tristeza y no a la cólera.

Eso sí, todo esto requiere de buenas y abundantes dosis de sinceridad
y paciencia, pero a base de duchas y duchas, cada vez será más fácil
reconocer el "verdadero" y actuar acorde a él.

Y yo creo que escuchar el "verdadero" y actuar acorde a él,
significa, en realidad, amarse, aceptarse y liberarse.

Maho Somekawa

0 comments:

Post a Comment